domingo, 28 de octubre de 2007

Domingo soleado. El sol es muy fuerte y la sombra muy fría, lo que me producen incomodidad y aumenta este estado indefinible en mi , pero típicamente dominical. Me siento en el escalón de la puerta, libreta en mano. El blanco del papel al sol me encandila, levanto los ojos y veo la gama de verdes que me rodea. Algunas rosas luchan por destacarse con un rojo furioso, agresivo.
No voy a escribir nada.
Hay viento, debería remontar una cometa.