miércoles, 20 de julio de 2016

FIn de fiesta

"...pero al mirarte yo vi brillar tus ojos con un eléctrico ardor..."


Me despido de Roma con un abrazo, entre risas. Espero que el bus arranque y me vuelvo a casa a paso lento,entre la niebla. Los perros de los vecinos me ladran un poco, pero cuando me reconocen,  mueven despacio la cola,amistosos. Llego y me siento un rato en la cocina. Me arrepiento de no haberle aceptado un cigarro más a mi amiga cuando me lo ofreció , de seguro sabía que lo iba a necesitar.
El teléfono vibra arriba de la mesa, al lado de los vasos con restos de *Cantejondo y el "Diario de Juventud" de Idea, hermoso e inesperado regalo de cumpleaños.
Me trago el enojo  y atiendo. La voz del otro lado canta las primeras estrofas de un tango de ésos que conocemos todos, pero  no recuerdo el nombre. Como todo tango es un poco triste. Decido terminar el vino con esa banda de sonido,broche de oro para el último brindis del día, flotando en la melancolía dominguera que hoy tiene un dejo dulce.


*Vino tinto dulce de bodegas Vudù. mi favorito

jueves, 12 de mayo de 2016

...

Me siento en las sillas del pasillo a esperar los resultados de los análisis. Acomodo los auriculares,sé que esta espera,que ya lleva casi dos horas, va a ser más larga aún.
Un grupo de enfermeros entra por la  puerta que está enfrente, un cartel que sobresale de la pared dice "Sala de Reanimación". Mi padre entró una vez por una puerta con la misma inscripción, pero con un cartel mucho más precario, un cartel de hospital público, un pedazo de papel escrito a mano con marcador rojo...
Las caras que me rodean reflejan más indiferencia que dolor y sólo un par, felicidad. Unos abuelos esperan a su nieto que está  por nacer.
Cierro los ojos intentando seguir el ritmo de la música moviendo  los dedos en el aire. Trato de pensar  en otra cosa, en algo lindo : Mi sobrina, los ojos enamorados de mi hermano, le media sonrisa de su amor, la voz del mío, un perfume  y así,  hasta que la  doctora  me llama en voz alta por mi apellido y me pongo alerta. Avanza a paso rápido por el pasillo y se sienta al lado mío. El cansancio le pesa en los ojos. Mientras me explica  las causas de mi malestar observo de reojo que sacan estabilizado al paciente de la sala del cartel. Tuvo suerte. Mi padre nunca salió.
En  resúmen ,el diagnóstico no es grave. Un par de indicaciones simples, un  calmante intravenoso y me puedo ir.
Cuando cae la última gota,el enfermero retira la aguja,coloca algodón y leuco, me hace una guiñada y  dice:- “Ya estás libre”
Voy poniéndome el saco por el pasillo, suena el celular. Conecto con dificultad  el auricular para poder atender,me duele un poco la mano. Es mi amigo,que suspira de alivio cuando le digo que ya estoy en la calle rumbo a casa.

miércoles, 13 de abril de 2016

...

Los pies hacen clap-clap en el piso de madera  en un leve tambaleo  rumbo a la cocina.No sé que hora es,pero los chorros de claridad ya transpasan la tela de la cortina. Me acomodo un poco y puedo ver el perfil recortado a contra luz; el pelo revuelto, las pestañas tan largas que puedo distinguir la curva que forman, el filo de la nariz, y los destellos en la barba que cubre el mentón... empina la botella que transpira y gotea brillando, el agua baja en tragos profundos apagando la sed matinal.
Empieza a llover de nuevo, se escucha el repiqueteo de las gotas en el techo,mezclado con el clap-clap de los pasos de regreso. Cierro los ojos...

domingo, 10 de abril de 2016

Sólo fotografías.

El ojo izquierdo se cierra con fuerza, las arrugas que lo rodean se acentúan y extienden como rayos de sol. Suena un click y después otro. Baja la cámara para ver el resultado y se queda así,  con una rodilla apoyada en el suelo y la otra suspendida en el aire. Me acerco despacio, el agua arrasa con la arena bajo mis pies  haciéndome tambalear, me apoyo en su espalda para no caer y casi le hago perder el equilibrio. Me lanza una guiñada cómplice,que dulcifica lo embarazoso de la situación. Miro por encima de su hombro las  preciosas imágenes capturadas, mientras  juego con las vértebras que,como escalones, sobresalen del cuello de la remera. Descarta un par de fotos  y se incorpora. Hace frío,  ya es otoño y el día  se está  yendo . El cielo se tiñe de un rojo espectacularmente bello. Dispara una, dos, tres veces más  y emprendemos el regreso, así, agradecidos y en silencio.

martes, 23 de febrero de 2016

Domingo, casi mediodía.


Entra en la cocina anudándose  el delantal azul. De a poco, las  legumbres y las especias van poblando la mesada. En las paredes  rebota el "toc-toc"de la cuchilla que bailotea, y deja a su paso un rastro de colores. La cebolla te arranca un par de lágrimas que se balancean en  las pestañas y caen, una resbala por un costado de la nariz, y se desintegra en la barba apenas crecida, la otra bordea el ojo y muere absorbida  por una servilleta de papel.
Entre  mate y mate el rictus propio del mal humor matutino se diluye y deja paso a una media sonrisa (alivio).
Ahora que ya todo está  encaminado es tiempo de un break . Rumbo al patio, el gato se nos  adelanta y se estira precioso, antes de salir al sol. Lo imito sin siquiera acercarme a su gracia. Miro el cielo, respiro  profundo. Las flores de nácar, endulzan el aire de domingo casi mediodía.



viernes, 19 de febrero de 2016

Naturaleza

Se nos hace tarde. Baja las escaleras a las corridas, peleando con los botones de la camisa que están a punto de ganarle.El beso  de buenos días, también a las corridas, trae  restos de humedad y  perfume en la barba. Llave en mano, se mira por tercera vez en el espejo del pasillo, intentado  acomodar con esmero algún mechón caprichoso,como si existiera la posibilidad de que ese detalle le sentara mal. En el reflejo, el leve gris que bordea los ojos almendrados en forma y color,evidencian  el cansancio propio de la falta de sueño.
Apenas ponemos los pies en la vereda una ráfaga de viento hace  bailar la tela de la camisa,y al salir,vuelve el mechón rebelde a su lugar original, mientras te arranca una protesta. La vecina que pasea  a su perro observa la escena y nos saluda con un ademán, a la vez que te pregunta graciosa:" Y vos vecino,dónde tenés  el botón para ponerte 'me gusta' ?"
Me adelanto unos pasos,  intento contener la risa pero no puedo y ambas nos reímos cómplices, festejando la sabiduría de la naturaleza.